Una de las principales razones por las que leí la Selección fue por su portada, aunque estemos acostumbrados a portadas con chicas en vestidos, pero esta portada es demasiado bonita (ya sé que no hay que juzgar un libro por su portada).
Es una narración ligera, fluida y con giros llamativos, lo que hace de la Selección una lectura rápida, divertida y cautiva sin riesgo a que te aburras en ninguna de sus páginas. Hace que no dejes de leer hasta que te lo hayas terminado de leer, hace que quieras desvelarte leyendo y ser un zombie al día siguiente.
Para hablar un poco de la protagonista; deciros que América me cayó bien en todo el libro, me gustó la forma que tiene de pensar y de ser, sus ideales y sus creencias, pero al final del libro me desesperaba un poco, me entenderéis si lo habéis leído y si lo vais a hacer me entenderéis pronto. Es un libro muy romántico, eso no me lo esperaba, más que nada por lo “distópico” de su catalogación, pero me gustó el romance del libro, me hizo sentir una romántica empedernida, mueve las de forma que tomes gusto por más de un personaje y te imposibilita elegir.
La Selección es un libro que sorprenderá para bien o para mal dependiendo del lector. Porque es un libro sorpresa que prenda al lector y no lo suelta hasta la última página. Una novela juvenil desde el inicio hasta el final, con una protagonista que resalta (y no sólo por sus vestidos) y una trama muy romántica que hará del mejor dulce al paladar más exigente, con un triangulo amoroso que hace imposible elegir.
Sin duda, un libro recomendable al cien por cien.
Lucía Jiménez
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